Dieter Beck / Henriette Dekkers/ Ursula Langerhorst Estas personas, en la frontera ente el cielo y la tierra, tienen un profundo deseo de espiritualizar la existencia terrenal. La vida sobre la tierra les decepciona una y otra vez, y son incapaces de soportarla. En vez de afrontar este conflicto, la personalidad Borderline, casi sin excepción, busca el camino de identificación con lo espiritual, lo ideal en sí mismo y en los otros, vive pues entre extremos de idealizar y humillar a los demás. En este libro se describe minuciosamente esta problemática, que es a su vez síntoma del tiempo en que vivimos, para la que hay una salida, a la que Rudolf Steiner ya hizo referencia, y consiste en que el hombre fortalezca su centro integrador, que es el fiel de la balanza entre las fuerzas polares extremas.